La inmunoterapia, a comparación de la quimioterapia, permite combatir el cáncer con pocos efectos tóxicos, y brinda mayor calidad de vida, según Omar Macedo, especialista del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
“Cuando nosotros hablamos de inmuno-oncología o inmunoterapia, (…) a lo que nos referimos es a volver a tomar las riendas del sistema inmunológico y dirigirlas hacia las células cancerosas”, explicó.
Es decir, la inmunoterapia inactiva el proceso de defensa de las células cancerosas frente al sistema inmunológico —consiste en dar anticuerpos—. Las células cancerosas son capaces de ser reconocidas por el sistema inmunológico y eventualmente crear una respuesta para eliminarlas del organismo.
Desafortunadamente, el cáncer nace a partir de una serie de mutaciones que se desarrollan en una célula, lo que les permite crecer de manera descontrolada y con la capacidad de evadir su detección.
Si bien la quimioterapia es un tratamiento común, los fármacos utilizados producen caída de cabello, náuseas, vómito, diarrea, resequedad en la piel, anemia y baja de defensas.
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La inmunoterapia ya se utiliza en México para tratar el cáncer de piel, riñón y pulmón como segunda línea —es decir, después de un tratamiento como la quimioterapia—, así como el melanoma en primera línea.
“Es una alternativa para pacientes que han fallado en una primera línea de tratamiento y están accesibles ya en el país”, indicó.
Para el presidente de la Sociedad Mexicana de Oncología, Samuel Rivera, son menos los efectos negativos en este tipo de tratamientos.
“Probablemente en algunos de ellos sea cierto cansancio, algunos de tipo inflamatorio, pero ya no son estos efectos adversos que se presentaban con la quimioterapia”, afirmó.