Resulta una importante opción de tratamiento considerando que unidades de oncología han visto reducida su capacidad de atención de pacientes por el elevado riesgo de contagio por Coronavirus.
Mientras el mundo entero continúa viviendo una de las peores crisis sanitarias de la historia por causa del COVID-19, médicos y científicos expertos en biotecnología se mantienen abocados a la investigación en tratamientos contra enfermedades oncológicas que permitan a los pacientes mejorar su calidad de vida y aumentar la sobrevida. Más aún, cuando no se sabe si el Coronavirus afecta con mayor severidad a personas diagnosticadas con cáncer. Y es que a nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que las patologías oncológicas están entre la primera y segunda causa de defunciones y, es este escenario, en el que se genera urgentemente la necesidad de diagnosticar a tiempo para ofrecer tratamientos oportunos y adecuados a cada caso, junto al desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas en busca de mayor efectividad. En Chile, el cáncer es la segunda causa de muerte, tras las enfermedades cardiovasculares, pero se posiciona como el principal motivo en cinco regiones y la proyección Ministerio de Salud es que en 2022, será la primera causa a nivel nacional.
Desde la ciudad médica de Lake Nona en Orlando, Florida, en Estados Unidos, el consorcio Oncocit se ha especializado en la investigación y diseño de protocolos biotecnológicos para cáncer, seleccionando para Iberoamérica a Centro Clínico ReCell -cuya casa matriz se encuentra en Concepción, Chile- como su principal colaborador para la gestión clínica de los programas de inmunoterapia (Adoptiva Activa Específica por APC) para cáncer y enfermedades autoinmunes. En conjunto han logrado un modelo único de gestión clínica ambulatoria internacional de pacientes, que hasta ahora les ha permitido atender con un 100% de cumplimiento, la aplicación de programas de inmunoterapia adoptiva a domicilio en los principales países de Iberoamérica como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, entre otros. Es este modelo domiciliario, el que ha permitido a pacientes de distintos países, mantenerse en tratamiento, en momentos en que numerosas unidades de oncología han visto reducida su capacidad de atención, visto el traslado reducido de pacientes, por el elevado riesgo de contagio durante esta pandemia.
La inmunoterapia adoptiva consiste en una terapia biológica que se hace a partir de células dendríticas y moléculas que se extraen de la sangre y/o tumor del propio paciente (desde una biopsia o muestra de una cirugía) para luego reintegrar al organismo de la persona, por ello se habla de una vacuna 100% personalizada. “El principal efecto que tiene es quitar la venda que produce el cáncer a los glóbulos blancos y así despertar la inmunidad del paciente. Lo cual es esencial pues no hay mejor escenario que tratar el cáncer, que un
paciente con buen estado inmunológico. Si esto no ocurre, muchos esfuerzos, desde la cirugía, radio y quimioterapia, quedarán cortos porque el paciente tiene un terreno inadecuado, pro-cáncer”, señala Dr. Ramón Gutiérrez, médico patólogo, máster en Oncología Molecular y Clínica, CEO para Latinoamérica de Oncocit-USA, quien además explica que los tratamientos de inmunoterapia con células dendríticas son un abanico, cuya más avanzada versión en APC la 3ª generación donde existe un rendimiento en hasta 70-80% de los pacientes, 10 veces más efectiva que la 1ª generación de 1999 y que debe diferenciarse de otros tipos de inmunoterapia carentes de debido soporte científico (tales como inmunoterapias con insectos, tóxicos, bacterias u otras) o aquellas que cuentan con registro farmacológico pero se asocian a mayor número e intensidad de reacciones adversas (citoquinas, inhibidores de checkpoint, tratamientos diana, inhibidores angiogénicos, anticuerpos monoclonales, etc).
Un punto que aclara el especialista es que los resultados de esta terapia, por ser personalizada, pueden variar en cada paciente, tal como ocurre en una fertilización asistida, trasplante o injerto. “Actualmente, la inmunoterapia adoptiva cuenta con cientos de estudios alrededor del mundo, durante décadas, con decenas de patentes y centros. Hace más de una década que los estudios clínicos, ya no estan dedicados a mostrar su efectividad, lo cual ya esta probado y no se discute, sino que están enfocados en encontrar que combinación terapéutica resulta más efectiva para el paciente, incluyendo la inmunoterapia Adoptiva Activa Específica por APC, como recurso terapéutico junta a oncoterapias convencionales (cirugía, quimio y/o radioterapia)”.
Para el Dr. José Carlos Castillo, Director del Programa Internacional de ReCell, este joinventure con Oncocit representa un gran beneficio para los pacientes de cáncer en dos segmentos muy específicos, primero en aquellos que buscan tratamiento para evitar recaídas por la enfermedad mínima residual (EMR) que produce el cáncer y que muy pocas veces es abordada a pesar de ser la frecuente responsable de la reaparición tumoral, por persistencia de células malignas aisladas, y un importante segundo grupo de pacientes dado por quienes no tuvieron resultados satisfactorios con cirugía, quimio y/o radioterapia, para quienes la inmunoterapia es una nueva opción en su propósito de aumentar su sobrevida general o mejorar su calidad de vida reduciendo complicaciones y reacciones adversas a otros tratamientos, a partir de remisiones parciales o un estado de ‘enfermedad controlada’.