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hace casi cinco años se presentaban los primeros estudios que apuntaban que el melanoma con peor pronóstico podría tener un rival que acabase con él. El verbo condicional se convirtió en una realidad y hoy gracias a moléculas basadas en la inmunoterapia como el ipilumumab y el nivolumab consigue borrar la enfermedad en casi un 30 por ciento de los pacientes. «Parece que no es mucho, pero para lo que había antes, que era casi nada, lo es. Lo cierto es que estamos ante un panorama distinto. No se trata de autocomplacencia, es que los pacientes están en mejores manos y hemos cambiado el curso de la enfermedad», aseguró Salvador Martín-Algarra, presidente del Grupo Español de Melanoma (GEM) y especialista en Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra, durante una jornada organizada por Bristol-Myers Squibb, en la que se analizaron los logros de este nuevo abordaje terapéutico.
De momento, la inmunoterapia, que intenta dotar de «armas» al sistema inmune para que sea éste el que luche y elimine a las células tumorales mediante la estimulación de ciertas proteínas como las CTL-4 y la inhibición del PD-1, ofrece soluciones las patologías neoplásicas más complicadas. Ricard Mesía, presidente del Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello y oncólogo médico en Instituto Catalán de Oncología, explicó que «aunque esperamos que llegue la indicación a España para los casos más avanzados de tumores en cabeza y cuello, los que hasta ahora no encontraban tratamiento efectivo, en un futuro no descartamos emplearlo en las formas más precoces cuando los datos lo avalen».
Martín-Algarra confirmó que aunque todo empezó con melanoma, «hoy ya hay datos en otras espcialidades y parece que hemos sufrido un ‘‘sorpasso’’. Con lo que queda claro la magnitud de la eficacia de estos fármacos». Tras el cácner más agresivo de piel, llegaron los primeros resultados en una de las peores formas de cáncer de pulmón, el microcítico. «Fue excepcional que en los ensayos de nivolumab se parase un estudio porque los resultados que ya había superaban a los objetivos marcados y no era ético tener al grupo de control con fármacos que ponían en peligro su vida, mientras que con el inumoterápico se hayan buenos resultados», apuntó Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón y Jefe de Oncología de Hospital Puerta de Hierro, de Majadahonda.
Una realidad clave es que seis de los trece estudios que se han llevado a cabo se han detenido antes de tiempo porque los resultados que arrojaban ya eran más que suficientes para su aprobación y tanto la FDA como la EMA (las agencias reguladoras de los medicamentos estadounidense y europea, respectivamente) han denominado a ipilimumab y nivolumab terapias innovadoras y han conseguido su aprobación en menos de dos meses. «Esto indica que la inmunoterapia no sólo ha cambiado el paradigma de los tratamientos, sino que ha provocado que los ensayos se lleven de otra forma y que las autoridades sanitarias reguladoras tengan más sensibilidad a la hora de dar luz verde a ensayos en fase II y III», expuso José Ángel Arranz, presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), y jefe de sección responsable de la Unidad de Tumores Urológicos y Ginecológicos del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
De hecho, Roberto Úrbez, vicepresidente europeo y director general de Bristol-Myers Squibb en España y Portugal, dejó claro que «en España han acelerado mucho los trámites de aprobación y hemos visto que como terapias innovadoras los ministerios de Hacienda y Economía, junto con el de Sanidad han elaborado planes para ahcer frente a los costes». Aquí, se toca un tema delicado, ya que pese a las buenas intenciones de todos en cuanto a que los pacientes tienen que recibir lo mejor, el caso es que como manifestaron algunos de los ponentes, «se sabe que no en todas las comunidades se consigue el último tratamiento, y hay obstáculos que impiden la llegada a todos los pacientes». Pese a ello, los oncólogos creen que las evidencias que demuestran los inmunoterápicos y el valor que demuestran tener superarán las barreras, como ya sucediera en Reino Unido, que tras la negativa a la introducción de estas terapias hace unos años, hoy nos toma la delantera a España y da el visto bueno a la doble combinación de ipilimumab y nivolumab, que eleva la efectividad contra los tumores en melanoma y en cáncer de pulmón.
